Desde la temporada de primavera-verano de 2015 hemos sido
testigos de una tendencia que parece no irse pronto, los bolsos pequeños,
stickers, Barbie, las chicas super poderosas, pequeños accesorios de piel para
tus bolsos y hasta llaveros, todo parece tener una especie de nostalgia a una
época que todos recordamos y a veces extrañamos, nuestra infancia.
El juego del vestir necesitaba un poco de diversión y marcas
como Fendi, Moschino, Anya Hindmarch y hasta la casa legendaria Louis Vuitton
le han apostado a este concepto que para muchos es una broma y para otros ya se
ha convertido en un estilo de vida y la primera opción al vestir.
Es que desde el lanzamiento del primer accesorio para el
bolso ‘‘Karlito’’, una versión miniatura de Karl Lagerfeld hecho en piel de
zorro y visón que presentó Fendi para el otoño-invierno de 2014, el mundo de la
moda tuvo un cambio repentino, paso de ser una moda extremadamente seria a
comenzar a jugar con los colores y tamaños de los accesorios. Las tendencias
ahora tomarían un giro hacia la
diversión de ser niños otra vez, al no tomarse tan enserio y producir grandes
dividendos con la nostalgia del colectivo.
El éxito fue tal que el pequeño Karlito alcanzó ventas de
hasta un millón de dólares en los primeros meses y todo aquel que deseaba tener
en sus manos este pequeño accesorio debía entrar en una lista de espera tan
larga como la lista de Santa Claus.
De esta manera comenzaron a introducirse diseños como los de
Anya Hindmarch que nos recuerda a aquellos momentos cuando personalizábamos
todas nuestras pertenencias con los divertidos stickers que nuestras madres nos
compraban o los que que conseguíamos en nuestras libretas.
Por otra parte casas tan respetadas y clásicas como Louis
Vuitton han jugado con los tamaños de los bolsos, los cuales han llegado a unos
tamaños tan extremos que hasta los nuevos teléfonos inteligentes no caben
dentro de estos.
Lo verdaderamente extraordinario de esta tendencia es que no sólo se han vendido los productos al punto de agotarse en los primeros días, es que además nos sentimos tan melancólicos con estos que se han convertido en un must-have de todo armario y aunque la mayoría del tiempo no nos resulten prácticos estos accesorios los deseamos de tal forma que llegamos a pagar sumas de hasta dos mil dólares por un bolso tamaño micro.
Referentes
Nylon Magazine www.nylonmag.com
The Blonde Salad www.theblondesalad.com
Vogue Paris diciembre-enero 2015 http://www.designboom.com/art/giampaolo-sgura-vogue-paris-living-dolls-12-16-2014/
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