Thursday, March 17, 2016

El nuevo juego de poder



Cuando crees que la moda necesita más de lo mismo que has estado haciendo durante una década es el mismo momento cuando las personas cambian, la sociedad cambia y las revistas también. A veces crees que como estas te encuentras perfectamente bien, pero cuando ese lugar lleno de comodidad se siente sacudido es cuando las nuevas ideas y las historias se crean, Grace Mirabella y su llegada como Editora en Jefe de Vogue en 1971, significaría una ruptura de lo viejo para la creación de lo nuevo, pasar de lo exagerado al minimalismo, de lo anticuado a lo moderno.

Se va Diana, la querida amiga de todos, la excéntrica genialidad que llenaba las oficinas de Vogue de un olor a popurrí particular, pero las personas ya no compran las revistas de moda y supones que hay algo mal con tu trabajo, sientes que la oficina se derrumba ante tus ojos. La líder se ha ido y ahora es tiempo para la siguiente, tu primera opción sin duda alguna no sería Grace Mirabella cuyo color favorito era el tan plano beige pero así fue, Grace toma las riendas de una revista casi en bancarrota, donde esos viajes extraordinarios ya no tendrán lugar.

Grace pide una reunión con todo el equipo, tú pensarías que es una reunión de protocolo únicamente con el fin de ser presentada como la nueva jefa, pero en cambio presenta su visión y los cambios que desea implementar inmediatamente, plantea una nueva mujer llena de frescura y escasa de adornos, una mujer tan imperfecta que su belleza es indudable. Algo tan ambiguo para todos quienes no entendían el significado de simpleza, nunca habían trabajado de tal forma.
Esta nueva mujer ya no se encuentra en un contexto extraordinario de cuento de hada, se encuentra en situaciones comunes del día a día, una mujer de visión clara que ahora propone y sale a trabajar en traje y un par de tenis, se despoja de todo ornamento y comienza a tener una decisión propia y un poder económico que se iguala al de un hombre.






Existe ese punto en tu vida que deseas ser la Gala de Dalí, la Gabriel de Kandinsky  o cualquiera de las tantas mujeres de Picasso, deseas ser musa y nada más, ¿pero no te parece que muy pocas se atreven a ser ellas las mentes maestras? puede ser el miedo o su propia inseguridad, pero definitivamente es mejor ser la ejecutora que la musa. Como las otras mujeres en los años setenta cambias tu forma de ver el mundo y sales a las calles a buscar aquello que deseas, aquello por lo que no te sentarás a esperar que alguien te entregue en tus manos. Comienzas a ser la creadora de tu propia historia.

Al momento que esto ocurre te sientes con tanto poder como los hombres y comienzas a hacer lo que antes sólo era bien visto que ellos hicieran, llega Helmut Newton con su particular punto de vista acerca de la sexualidad, pero en cambio a partir de este momento la mujer es quien sugiere, las imágenes resultantes de esta unión es tan surreal como provocativa. Pensarías que ver una fotografía como las que fueron publicadas es normal pero para la década estas reflejaban una lujuria muy radical para el contexto, a tal punto que para la edición de mayo de 1975 llegaban cartas de lectoras enfurecidas con una imagen tomada por Deborah Tuberville que luego se convertiría en una fotografía legendaría.

Vogue reflejaba más que moda, reflejaba una cultura que efectivamente sucedía en las calles en Nueva York, la mujer trabajadora era quien planteaba y manifestaba su deseo por conquistar, ahora se encontraba en las oficinas como Gerente o hasta Directora Ejecutiva. Este evento a su vez estalla la desquicia por el deseo, ya tiene el traje y ahora desea jugar con su poder.

La revolución era tal que no pensarías que una mujer tan hechizante y sinónimo del glamour de Hollywood como Elizabeth Taylor se despojaría de todo su maquillaje y cabello perfecto para una sesión de fotos, pero lo hizo por Vogue y aunque no esperaba mucho de esta producción terminó siendo su favorita. Es que cuando abandonas tu espacio confortable llegas a conocer una parte de ti misma que no conocías, te sientes un poco ajena a esta pero sin duda te hace sentir más feliz y completa.

Los siguientes diecisiete años con Grace Mirabella al mando significarían el hacer todo por la foto, pero de una manera tan natural que se lograrían producciones tan increíbles que creerías que fueron hechas con Photoshop, la belleza en la sencillez y lo espontáneo fue lo que marcó este capítulo de la historia que sin duda ha sido uno de los mejores.


Referentes

In Vogue: The Editor’s Eye (2012) Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=MpN4IVCvZZ4
Dailey, M (1988) How Longtime Editor Mirabella Went Out of Vogue. Disponible en: http://articles.latimes.com/1988-08-05/news/vw-8567_1_grace-mirabella
Hodgson, M (1995) Grace Under Pressure . Disponible en: http://www.nytimes.com/1995/09/24/books/grace-under-pressure.html?pagewanted=all
Pittavino, C (2015) Grace Mirabella. Disponible en: http://www.vogue.it/en/news/encyclo/people/m/grace-mirabella

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