Thursday, March 31, 2016

Tom Ford en Gucci: la era dorada que predijo el nuevo milenio


Era muy joven cuando comencé a trabajar como una simple pasante en Gucci en 1990, nadie soñaba con vestir la marca en ese entonces, era una especie de cliché que nadie quería portar, el exceso de logos en las pasadas colecciones había sido demasiado, se había convertido en una marca que a los ojos de todos era sinónimo de barato.
Además la empresa no era un espacio agradable para trabajar, Maurizio Gucci quien su manera tradicionalista de ver las cosas impedia que nuevas ideas fueran promovidas y el sentimiento de estar estancado en una empresa sin posible futuro se esparcia provocando que las personas huyeran y se fueran a tranbajar con nuevos diseñadores.

Yo era una principiante y con solo tener la oportunidad de estar trabajando para una casa de moda italiana era un sueño hecho realidad sin importar que fuera de las más olvidadas y repuganadas de todas y a pesar de esto fui lo suficientemente afortunada de ver como en ese verano la llegada de Tom Ford un americano lleno de ideas y una presencia incomparable cambiaría por completo la moda en Italia y el mundo. Luego de su llegada la oficina comenzó a tener una armonía y un dinamismo que no se había sentido antes, las ideas llovían y nos encontrábamos todos los días con nuevos materiales y bocetos sobre los escritorios, se podía sentir como una nueva era llegaba para Gucci con la simple llegada de este hombre que nadie conocía muy bien.

Luego de acabar mi pasantía obtuve un trabajo remunerado dentro de la empresa fui promovida a asistente de diseñador, me ocupaba de tener todas las muestras en orden, asistía en la creación de los moodboards de colección y básicamente en cualquier cosa que necesitaba el grupo de diseñadores. Para 1993 Tom Ford ya se encontraba con el poder y la responsabilidad de la creación de once líneas, veía como pasaba dieciocho horas trabajando cada día y con solo observarlo me sentía agotada,  un día me acerque y comenzamos a charlar, Ford me comentó que normalmente se despertaba a las 4:30 am cada día y tomaba un espresso frío grande, ya que no le gustan las bebidas calientes al igual que no le gustaba que ninguno de nosotros comiera en la oficina porque le da nauseas el olor a comida, llegaba a las 6:00 am y rara vez salía antes de la medianoche, Ford estaba muy comprometido con la marca ya se había convertido más que su trabajo, se había convertido en su estilo de vida.

Para 1994 Ford se convertía oficialmente en el Director Creativo de Gucci, sus diseños que constaban de camisas de satín ajustadas, la interpretación del Le Smoking y la prendas de terciopelo se convirtieron en los básicos de la mujer moderna y sensual de los noventa, es que ¿quién no recuerda a Kate Moss en la pasarela de la colección de otoño-invierno de 1995 con su camisa de satín azul desabotonada? Una declaración de la nueva interpretación de la mujer que se encontraba en las calles fue lo que presentó Tom Ford en cada colección, su introducción del Fashion Porn al mundo fue un punto clave para el concepto de belleza y aspiración de los hombres y mujeres del nuevo milenio.

El éxito en Gucci era tan evidente que los ingresos habían incrementado en un 90% pero Tom Ford quien se había convertido en el nuevo diseñador que entendía y hacia la indumentaria que pedían las mujeres de manera desesperada, admitiría que hubo ciertos momentos en que la locura por el deseo de adquirir prendas Gucci sobrepasaba al tiempo que se debía contemplar entre la concepcion de las ideas, el diseño, la producción y la distribucción, dice que sintió que en aquellos años habían momentos en que simplemente con colocar el color verde y rojo o una hebilla simbólica de la marca en un accesorio ya se convertía en un producto que se vendía en pocas horas.
 
Tom Ford fue pionero en el concepto de lujo en masa, sus diseños comenzaron a llamar a las mujeres y hombres comunes a desear y adquirir la indumentaria que se presentaban en las  pasarelas de las grades semanas de la moda, su llegada y revolución en Gucci representan un cambio en la historia de la moda cuando el balance entre lo comercial y lo conceptual entra en el juego de la industria.



Referencias
Horyn, C (2015). Tom Ford Gets Candid About His Years at Gucci. Disponible en: http://nymag.com/thecut/2015/04/tom-ford-gets-candid-about-his-years-at-gucci.html
Turco, N (2015). Tom Ford opens up about his landmark Gucci AW95 collection. Disponible en: http://www.dazeddigital.com/fashion/article/24492/1/tom-ford-opens-up-about-his-landmark-gucci-aw95-collection
Amed, I (2013).The Business of Being Tom Ford, Part I. Disponible en: http://www.businessoffashion.com/articles/people/the-business-of-being-tom-ford-part-i
Harper’s Bazaar (2012). My List: Tom Ford In 24 Hours. Disponible en: http://www.harpersbazaar.com/fashion/trends/a856/24-hours-with-tom-ford-0312/

Matsubara, R (2011). The Golden Years: a Look Back at Tom Ford’s Monumental Legacy at Gucci. Disponible en: http://www.thefashionspot.com/runway-news/167663-the-golden-years-a-look-back-at-tom-fords-monumental-legacy-at-gucci/

Imagenes: http://ellauniverse.blogspot.com.co/2010/11/in-fall-1996-tom-ford-and-mario-testino.html

Friday, March 18, 2016

Juguemos a ser niños


Desde la temporada de primavera-verano de 2015 hemos sido testigos de una tendencia que parece no irse pronto, los bolsos pequeños, stickers, Barbie, las chicas super poderosas, pequeños accesorios de piel para tus bolsos y hasta llaveros, todo parece tener una especie de nostalgia a una época que todos recordamos y a veces extrañamos, nuestra infancia.

El juego del vestir necesitaba un poco de diversión y marcas como Fendi, Moschino, Anya Hindmarch y hasta la casa legendaria Louis Vuitton le han apostado a este concepto que para muchos es una broma y para otros ya se ha convertido en un estilo de vida y la primera opción al vestir.

Es que desde el lanzamiento del primer accesorio para el bolso ‘‘Karlito’’, una versión miniatura de Karl Lagerfeld hecho en piel de zorro y visón que presentó Fendi para el otoño-invierno de 2014, el mundo de la moda tuvo un cambio repentino, paso de ser una moda extremadamente seria a comenzar a jugar con los colores y tamaños de los accesorios. Las tendencias ahora tomarían un giro hacia  la diversión de ser niños otra vez, al no tomarse tan enserio y producir grandes dividendos con la nostalgia del colectivo.

El éxito fue tal que el pequeño Karlito alcanzó ventas de hasta un millón de dólares en los primeros meses y todo aquel que deseaba tener en sus manos este pequeño accesorio debía entrar en una lista de espera tan larga como la lista de Santa Claus.
De esta manera comenzaron a introducirse diseños como los de Anya Hindmarch que nos recuerda a aquellos momentos cuando personalizábamos todas nuestras pertenencias con los divertidos stickers que nuestras madres nos compraban o los que que conseguíamos en nuestras libretas.
Por otra parte casas tan respetadas y clásicas como Louis Vuitton han jugado con los tamaños de los bolsos, los cuales han llegado a unos tamaños tan extremos que hasta los nuevos teléfonos inteligentes no caben dentro de estos.












Lo verdaderamente extraordinario de esta tendencia es que no sólo se han vendido los productos al punto de agotarse en los primeros días, es que además nos sentimos tan melancólicos con estos que se han convertido en un must-have de todo armario y aunque la mayoría del tiempo no nos resulten prácticos estos accesorios los deseamos de tal forma que llegamos a pagar sumas de hasta dos mil dólares por un bolso tamaño micro.


Referentes
Nylon Magazine www.nylonmag.com
The Blonde Salad www.theblondesalad.com
Vogue Paris diciembre-enero 2015 http://www.designboom.com/art/giampaolo-sgura-vogue-paris-living-dolls-12-16-2014/

Thursday, March 17, 2016

El nuevo juego de poder



Cuando crees que la moda necesita más de lo mismo que has estado haciendo durante una década es el mismo momento cuando las personas cambian, la sociedad cambia y las revistas también. A veces crees que como estas te encuentras perfectamente bien, pero cuando ese lugar lleno de comodidad se siente sacudido es cuando las nuevas ideas y las historias se crean, Grace Mirabella y su llegada como Editora en Jefe de Vogue en 1971, significaría una ruptura de lo viejo para la creación de lo nuevo, pasar de lo exagerado al minimalismo, de lo anticuado a lo moderno.

Se va Diana, la querida amiga de todos, la excéntrica genialidad que llenaba las oficinas de Vogue de un olor a popurrí particular, pero las personas ya no compran las revistas de moda y supones que hay algo mal con tu trabajo, sientes que la oficina se derrumba ante tus ojos. La líder se ha ido y ahora es tiempo para la siguiente, tu primera opción sin duda alguna no sería Grace Mirabella cuyo color favorito era el tan plano beige pero así fue, Grace toma las riendas de una revista casi en bancarrota, donde esos viajes extraordinarios ya no tendrán lugar.

Grace pide una reunión con todo el equipo, tú pensarías que es una reunión de protocolo únicamente con el fin de ser presentada como la nueva jefa, pero en cambio presenta su visión y los cambios que desea implementar inmediatamente, plantea una nueva mujer llena de frescura y escasa de adornos, una mujer tan imperfecta que su belleza es indudable. Algo tan ambiguo para todos quienes no entendían el significado de simpleza, nunca habían trabajado de tal forma.
Esta nueva mujer ya no se encuentra en un contexto extraordinario de cuento de hada, se encuentra en situaciones comunes del día a día, una mujer de visión clara que ahora propone y sale a trabajar en traje y un par de tenis, se despoja de todo ornamento y comienza a tener una decisión propia y un poder económico que se iguala al de un hombre.






Existe ese punto en tu vida que deseas ser la Gala de Dalí, la Gabriel de Kandinsky  o cualquiera de las tantas mujeres de Picasso, deseas ser musa y nada más, ¿pero no te parece que muy pocas se atreven a ser ellas las mentes maestras? puede ser el miedo o su propia inseguridad, pero definitivamente es mejor ser la ejecutora que la musa. Como las otras mujeres en los años setenta cambias tu forma de ver el mundo y sales a las calles a buscar aquello que deseas, aquello por lo que no te sentarás a esperar que alguien te entregue en tus manos. Comienzas a ser la creadora de tu propia historia.

Al momento que esto ocurre te sientes con tanto poder como los hombres y comienzas a hacer lo que antes sólo era bien visto que ellos hicieran, llega Helmut Newton con su particular punto de vista acerca de la sexualidad, pero en cambio a partir de este momento la mujer es quien sugiere, las imágenes resultantes de esta unión es tan surreal como provocativa. Pensarías que ver una fotografía como las que fueron publicadas es normal pero para la década estas reflejaban una lujuria muy radical para el contexto, a tal punto que para la edición de mayo de 1975 llegaban cartas de lectoras enfurecidas con una imagen tomada por Deborah Tuberville que luego se convertiría en una fotografía legendaría.

Vogue reflejaba más que moda, reflejaba una cultura que efectivamente sucedía en las calles en Nueva York, la mujer trabajadora era quien planteaba y manifestaba su deseo por conquistar, ahora se encontraba en las oficinas como Gerente o hasta Directora Ejecutiva. Este evento a su vez estalla la desquicia por el deseo, ya tiene el traje y ahora desea jugar con su poder.

La revolución era tal que no pensarías que una mujer tan hechizante y sinónimo del glamour de Hollywood como Elizabeth Taylor se despojaría de todo su maquillaje y cabello perfecto para una sesión de fotos, pero lo hizo por Vogue y aunque no esperaba mucho de esta producción terminó siendo su favorita. Es que cuando abandonas tu espacio confortable llegas a conocer una parte de ti misma que no conocías, te sientes un poco ajena a esta pero sin duda te hace sentir más feliz y completa.

Los siguientes diecisiete años con Grace Mirabella al mando significarían el hacer todo por la foto, pero de una manera tan natural que se lograrían producciones tan increíbles que creerías que fueron hechas con Photoshop, la belleza en la sencillez y lo espontáneo fue lo que marcó este capítulo de la historia que sin duda ha sido uno de los mejores.


Referentes

In Vogue: The Editor’s Eye (2012) Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=MpN4IVCvZZ4
Dailey, M (1988) How Longtime Editor Mirabella Went Out of Vogue. Disponible en: http://articles.latimes.com/1988-08-05/news/vw-8567_1_grace-mirabella
Hodgson, M (1995) Grace Under Pressure . Disponible en: http://www.nytimes.com/1995/09/24/books/grace-under-pressure.html?pagewanted=all
Pittavino, C (2015) Grace Mirabella. Disponible en: http://www.vogue.it/en/news/encyclo/people/m/grace-mirabella

Thursday, March 10, 2016

Why don't you...?


Una bomba de sesenta y cinco centímetros: el poder del bikini




Luego de la Segunda Guerra Mundial, en el mundo se sentía un aire de optimismo y creatividad a su máximo nivel, Diana Vreeland bajo su puesto como editora en Harper’s Bazaar sacudió al mundo occidental con una pequeña prenda que dejaba ver todo acerca de una señorita menos el apellido de su madre, había llegado el bikini.

Aunque el bikini ya había sido introducido en Francia en 1946, no fue hasta un año después que la visionaria, ícono y editora legendaria Diana Vreeland lo introdujo e impuso de moda en Estados Unidos. ‘‘El bikini es lo más importante desde la bomba atómica’’ solía decir la emperatriz de la moda. Comentario que era cierto por el impacto social que este tenía y que el mismo nombre bikini proviene de las prácticas de la bomba atómica por parte de los Estados Unidos en el atolón Bikini en el océano Pacífico.

Cuando las lectoras de Harper’s abrieron su edición de mayo, no pudieron creer lo que sus ojos estaban observando, era una modelo recostada mostrando mucha más piel de lo que debía, una fotografía tan limpia como escandalosa capturada por Toni Frissell, la cual en la actualidad sería realmente modesta, pero en aquella época nunca se había visto tal descaro, definitivamente el mensaje fue muy claro, una fotografía producida completamente por mujeres y para las mujeres. Era el tiempo de un cambio de guardarropa, se aproximaba la temporada del desnudo.

Los sesenta y cinco centímetros de tela que revolucionaron a la sociedad y consigo la sexualidad de la mujer,  evidentemente no se trataba de complacer los ojos del hombre, más bien era sinónimo de liberación de las cadenas que las sujetaban y que les hacía sentir como un objeto sin poder sobre ellas mismas.

No fue hasta 1962 con la aparición de la primera chica Bond que se vio verdaderamente el impacto del bikini en las playas de Estados Unidos, durante la revolución sexual de los años sesenta, la mujer se apoderó de su cuerpo de una manera irreversible para la historia, ahora se sentía más cómoda consigo misma y sabía que a partir de ese momento podía llegar hasta donde sus sueños se lo permitieran. Diana Vreeland fue un eslabón muy importante durante esta década, bajo su dirección en Vogue siguió rompiendo con todos los canones de belleza y estética de las revistas y pasó a ser de periodista a un ícono eterno de la moda. ‘‘Ella veía en las personas lo que estas aún no podían ver en ellas mismas’’ decía Anjelica Huston acerca de la editora, definitivamente Vreeland era una mujer arriesgada que no conocía el concepto de límites de ningún tipo y la responsable de llevar la genialidad de lo bulgar a las páginas de las revistas de moda.

‘‘No tienes que darle a las personas lo que quieren, tienes que darle lo que aún no saben que quieren’’, Tan acertada como excéntrica, en ese momento que se arriesgó a ver más allá de lo que efectivamente pasaba a su alrededor, llegó a crear el modelo de revista de moda aspiracional, la cual aún sigue siendo usada y uno de los motivos por el cual no han muerto las publicaciones de moda.


Muchos dicen que para viajar no necesariamente tiene que existir un movimiento físico de un lugar a otro, se puede llegar a lugares extraordinarios con los pensamientos, recuerdos y sueños, el viajar con los ojos fue precisamente el legado que nos dejó Diana Vreeland, el trasladarnos a otros mundos al pasar cada página de una editorial y la magia que sentimos al ver la moda en lugares que sólo podrían existir en nuestras mentes.


Referentes
Schuler, R (2006). Bikini. Disponible en: http://rsparlourtricks.blogspot.com.co/2006/10/bikini.html
Garced, K (2015). Fashion’s Diana Vreeland Moment. Disponible en: http://wwd.com/fashion-news/fashion-features/fashion-diana-vreeland-moment-10108707/
LeTrent, S (2012). Q&A: ‘Remembering the empress of fashion,’ Diana Vreeland. Disponible en: http://edition.cnn.com/2012/09/21/living/diana-vreeland/
Bhargava, J (2013). Diana Vreeland: The Eye has to Travel. Disponible en: http://jenniferfabulous.blogspot.com.co/2013/03/diana-vreeland-eye-has-to-travel.html
Diana Vreeland (2012) Spotted: The Bikini. Disponible en: http://legacy.dianavreeland.com/page/posts/op/read/id/93
Kiko Ribiero Films / Vevo (2010). Bikini Revolution- Documentary. Disponible en: https://vimeo.com/12471749